Fuente: El Lenguaje de la tierra
Javier L. Gil León
Claudio J. Moreno Medina
Nicolás F. Martín Cabrera
La cabra canaria es, sin lugar a dudas, el animal por excelencia del campesino de Tinajo. Con 5.404 cabras, este municipio cuenta con el 22% del total insular. Una o dos cabras en una casa garantizaban un suministro diario de leche suficiente para una familia pequeña. Su magnífica adaptación a ambientes semiáridos y su mantenimiento de bajo coste hacen de ella un animal de alta rentabilidad. El queso de cabra es un producto de primerísima calidad, por su importante contenido en proteínas y por su curación y mantenimiento. Aparte de la leche y el queso, se aprovecha de ella prácticamente todo. Su carne como alimento, su piel para la confección de zurrones, prendas de vestir, alfombras… su cuerno para la elaboración de mangos de cuchillos canarios… Viven de diez a doce años de media, y a los siete meses de nacidas ya pueden ser madres. Su preñado es de unos cinco meses, y ordinariamente paren un solo cabrito, que se alimenta de la madre algo más de unos treinta días. No se entiende el paisaje tinajero sin la figura del pastor y sus cabras que, después del ordeño, salen al jable, a los malpaíses o a la costa.