Fuente: El Lenguaje de la tierra
Javier L. Gil León
Claudio J. Moreno Medina
Nicolás F. Martín Cabrera
El cultivo de cereales tiene su culminación con la trilla. Utilizando las pezuñas de los caballos, muías o burros, se desmenuzan las gavillas de cereal seco para que sea posible romper las espigas, de modo que el grano se libere de su envoltura. Luego, para separar la paja, hay que aventar y amontonar sin descanso. Esta tarea es durísima, porque hay que realizarla en verano, en las horas de más calor. Las contadas trillas que se siguen realizando se han convertido en eventos festivos, en los que se sobrelleva la dureza de la tarea a fuerza de colaboración.