D. José María Toribio y Armas


Fuente: Los Alcaldes de Tinajo (1803-2003)

Por Inmaculada Rodríguez Fernández

 

Desde el 31 de mayo y hasta el 1 de julio de 1891 el señor Toribio presidió las sesiones plenarias que se celebraban en el ayuntamiento de Tinajo en calidad de alcalde accidental. Al ser el primer teniente-alcalde le correspondía sustituir al primer edil, D. Pedro Tejera Sosa, que dejó de asistir y de cumplir con las obligaciones del cargo. También lo había hecho desde el 4 de enero hasta el 8 de febrero de ese mismo año.


El 1 de julio de 1891 tuvo lugar la sesión inaugural en la que un nuevo grupo municipal se iba a hacer cargo de todos los asuntos que afectaran a Tinajo. El ayuntamiento quedó constituido de la siguiente manera:
Alcalde: D. José María Toribio y Armas.
Primer teniente-alcalde: D. Mauricio López Eugenio.
Segundo teniente-alcalde: D. Carlos Valenciano Monfort.
Síndico: D. Antonio Valenciano Monfort.
Suplente del síndico: D. Domingo Santana.
Concejales:
D. Pedro Tejera Sosa.
D. Andrés Tejera Perdomo.
D. Severino Pérez.
D. Juan Quintero.
D. Mauricio López Eugenio, elegido como primer teniente-alcalde, no recibió los símbolos que le acreditaban como tal porque no se encontraba presente en el acto. El señor López había presentado un recurso de alzada en contra de un acuerdo del ayuntamiento en el que no se accedía a exonerarle del cargo de concejal, acuerdo tomado el 24 de mayo. En la instancia D. Mauricio López exponía que se le había elegido indebidamente, por ser vecino de Teguise, lo que acreditaba presentando cédula personal y certificación del secretario de ese municipio.
El ayuntamiento consideró que no eran suficientes las razones aducidas para acceder a lo solicitado. El hecho de tener cédula personal en Teguise no significaba que fuera vecino de dicho pueblo, pues la tenía por ser hijo de familia natural de allí. El no hallarse inscrito en el padrón de cédulas de Tinajo era por un descuido involuntario. Además, llevaba la residencia fija en el pueblo desde hacía más de cuatro años. Aparecía en los repartos como veci¬no y no como forastero. Por esa razón, y por hallarse empadronado como vecino, era por lo que podía ser elegible y, por lo tanto, había sido elegido concejal. La Ley Municipal establecía que si alguien se hallaba inscrito en el padrón de dos o más pueblos, como le pasaba al recurrente, se estimara como válida la vecindad últimamente declarada, quedando nula la anterior.
D. Mauricio López Eugenio se encontraba presente en la sesión celebrada el 17 de enero de 1892. Pedía que constara en acta que había asistido porque así se lo habían notificado; pero, protestaba por el hecho de obligársele a concurrir a los actos del ayuntamiento como concejal cuando tenía interpuesta una apelación ante el Ministerio de la Gobernación contra el acuerdo tomado por la comisión provincial desestimando su reclamación sobre la nulidad legal de su elección para el cargo. El ayuntamiento, considerando que tenía toda la razón, acordó no obligarle a asistir hasta que el asunto no fuera resuelto por el ministerio.
En junio de ese mismo año se hizo saber al alcalde de Teguise lo mandado por la Diputación provincial declarando concejal a D. Mauricio López Eugenio, con el fin de que se le diera de baja en aquel municipio, donde figuraba indebidamente.
D. José María Toribio y Armas volvió a ser elegido como alcalde el 1 de enero de 1894, al haber alcanzado nueve votos. El resto de cargos quedó formado de la siguiente manera:
Primer teniente-alcalde: D. Mauricio López Eugenio.
Segundo teniente-alcalde: D. José Acuña.
Síndico: D. Domingo Morales Betancort.
Suplente del síndico: D. José Duque Tejera.
Dos sesiones después de su toma de posesión, el señor Toribio manifestó a la corporación que se hallaba un poco indispuesto y que, por tal causa, necesitaba retirarse unos días a su casa para ponerse en cura. Suplicaba que le concedieran el plazo que creyeran conveniente. El ayuntamiento le concedió la licencia que solicitaba, deseándole un pronto restablecimiento. Al frente de la alcaldía quedaba, durante su enfermedad, el primer teniente-alcalde, D. Mauricio López Eugenio.
El señor Toribio regresó a ocuparse de sus obligaciones como alcalde el 1 de abril de 1894, manifestando que ya no existía la causa por la cual se había visto en la necesidad de darse de baja unos meses antes.

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Categorías: Alcaldes s. XIX | Deja un comentario

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