Fuente: Apuntes para la Historia de Tinajo
Por Inmaculada Rodríguez Fernández
En el siglo XIX Tinajo era un pueblo con una economía eminentemente agrícola, habitado por humildes y sencillos labradores. La mayoría de sus habitantes se dedicaban a plantar y cultivar la tierra. Trabajaban duramente, de sol a sol, realizando todas las tareas necesarias para que las fincas estuvieran productivas.
Con su esfuerzo y tesón conseguían su sustento y el de sus familias. Miraban al cielo ansiosos cada día, pues de las lluvias caídas dependía que se diera una buena cosecha o que, por el contrario, nada de lo sembrado se pudiera recoger y se quedaran sin esos productos agrícolas que eran la base de su alimentación: granos, frutas…etc.
La vida en Tinajo durante este siglo fue muy dura. Los años de sequía se pasaban uno tras otro, a veces incluso durante diez años seguidos. Las pocas veces en las que llovió la cantidad caída resultó insuficiente .Además, llegaba a destiempo, cuando ya las cosechas estaban perdidas y nada se podía hacer por remediar la situación.
A la pobreza en la que quedaban sumidos por la falta de cosechas se sumaba el pago de contribuciones territoriales y otros impuestos, altos y muy numerosos. Oprimidos por tan tos impuestos no tenían la mayoría de las veces ni con qué pagarlos. Ante esa situación recurrían a solicitar de la Administración estatal el perdón de contribuciones que les eximiera de ese pago y les liberara, aunque sólo fuera momentáneo, de tanta miseria y desesperación. No siempre se les concedía.