Fuente: Apuntes para la Historia de Tinajo
Por Inmaculada Rodríguez Fernández
En la sesión plenaria que se celebró el 4 de marzo de 1900 el Presidente de la corporación manifestó que las paredes que se hallaban sin encalar de las casas propiedad de D. Domingo .Santana, de D. Francisco Perdomo y la de los herederos de D. José Fránquiz Méndez, todas ellas dando a la plaza pública del pueblo, así como la pared de piedra seca que daba a la misma, afeaban mucho ese céntrico recinto. Por tales razones era de la opinión de que se obligara a sus dueños a que las encalaran. El resto de la corporación manifestó que sus deseos eran los mismos que habían sido expresados por el Alcalde.
Estando de acuerdo con la propuesta hecha tomaron el acuerdo de concederle, a los propietarios antes relacionados, un plazo de treinta días, contados desde que se les comunicara el acuerdo, para que practicaran la operación de encalado de las paredes. Se les dejaba claro que no se les permitía que el encalado fuera de cabeza descubierta. Además a D. Domingo Santana le harían saber que la pared de su casa que daba a la plaza pública debía levantarla en el mismo plano al nivel de la parte trasera. También decidieron que iban a construir un muro de mampostería, por medio de prestación personal, en el lugar en el que se encontraba la pared de piedra seca a la que el Presidente había hecho referencia.