Por Agustín Cabrera Perdomo
Se llamaba Ramón,
Leva Leva le decían,
Y decirle Canarión,
era lo que le dolía.
Pasaba por la Avenida,
frente a Los Alicantinos,
Gabriel que estaba en la puerta,
y a Ramón nada decía.
Volvió se atrás Leva-Leva,
para pasar nuevamente,
adiós canarión le dice,
adiós Pelona contesta.
Ramón se pasaba el día,
Recopilando pesetas,
y fue haciendo su pellita,
Para su vejez incierta.
El año que falleció,
ahora no tengo presente,
el barrio se entristeció,
Ramón era buena gente.