POR LA COMISIÓN DE FIESTAS
El aire está impregnado de aroma de higueras, de viña, de tabaco, de tibieza de verano, de sosiego, de paz…..
La brisa nos trae en sus alas compases dé isas y folías, cantos de esperanza de un futuro prometedor donde las ilusiones se conviertan en fecunda realidades y podamos sonreír abiertamente.
Ante esta esperanza, Tinajo, descansa placentero y feliz en vísperas de la festividad de su Patrón San Roque.
Un pueblo que poco a poco, con tesón, sudor y trabajo, ha conseguido a pulso un lugar importante en el ámbito conejera
Tinajo, emprendedor, campesino, tabaquero se embellece con sus más y mejores galas para festejar su fiesta mayor.
Las campanas tocan bulliciosas y el aire es surcado por voladores que anuncian el inicio de los festejo. Los perros amedrentados ladran y aúllan desesperados mientras los chiquillos corretean por calles y plazas exultantes de alegría.
El anciano campesino deja sus bártulos en un rincón y saca del viejo cofre el traje de las grandes solemnidades junto con el sombrero que con tanto cariño guarda. En la plaza o ventorrillo se encuentra con viejos amigos y hablan nostálgicos de su pasada juventud, de la cosecha, de la buena y mala planeta.
Todo está pulcro: las casas han sido albeadas de blanco, los alrededores rastrillados, las mujeres preparan sus mejores guisos en espera de sus invitados y familiares que vuelven al pueblo tras largas ausencias a evocar el ayer.
Parece que el tiempo se detiene y apenas se mueve el viento. Llegan en romería desde el Cuchillo. Calvario, La Santa, Tinguatón, Mancha Blanca. A to¬dos les une el mismo fin: honrar a San Roque.
Tinajo también posee un gran tesoro que es su juventud. Jóvenes inquietos y laboriosos con ilusiones y proyectos, que luchan por una sociedad mejor, más justa, más en consonancia con el hoy. Todo ellos se hacen partícipes de esta gran realidad que es su pueblo.
No podían faltar los juegos de bola, la lucha canaria, nuestra lucha, las verbenas populares en las que tantos romances nacen.
Todos ríen, el niño, el joven el viejo.
Se forman las parrandas improvisadas con requintos, guitarras y el bullaguero y querido timple.
Honran su canariedad con ese folklore que sólo los hombres de campos llevan inmersos en el alma: isas, folías rondeñas, malagueñas….
Todos deseamos que en años venideros los problemas con que se enfrenta Tinajo así como Lanzarote estén solucionados. Para ello todos hemos de aportar un granito de arena para poder celebrar siempre con singular alegría las Fiestas de San Roque tal y como se la merece él y su pueblo.