POR GLORIA FERNÁNDEZ PARRILLA
Llega Agosto y Tinajo palpita entre brumas calurosas. No hay en las bodegas el trajín de la pisa, ni el pueblo huele a mosto. La cosecha de uvas, como tantas otras veces ha ocurrido, se la ha llevado el sol traicionero. En cada esquina se comenta, se calculan las pérdidas y se va y se vuelve al cachito de viña por ver si algún racimo queda…
Señor San Roque, este es tu pueblo. A veces resignado ante un desastre agrícola y otras, las más, esperando con alegría cada 16 de Agosto para ponernos bajo tu amparo. A tu lado olvidaremos las penas y como hicieron desde tiempos pasados nuestros padres y abuelos, se elevarán a ti nuestras plegarias implorándote que nos des salud y trabajo y te pediremos que a nuestras tierras no las asole más ni el sol ni el viento.
Como siempre se engalanará la plaza; mayores y pequeños gozaremos, igual que ayer, de las atracciones festeras. Oiremos las notas del timple y la guitarra y alguna voz quejumbrosa esparciará por el aire las notas de folias y malagueñas.
Desde Las Montañetas a Las Calderetas pasando por El Cuchillo y La Santa; desde La Cañada a la Costa, La Laguneta, Calvario y Tajaste sin dejar atrás Guigua, hasta La Vegueta y Mancha Blanca nos hermanaremos ante tu presencia y este año señor San Roque, te prometeremos ser más solidarios, mejores vecinos.
Con todo esto, danos permiso señor Patrono y…
¡¡QUE EMPIECE LA FIESTA!!
Historia de Tinajo 