POR Mª BERNARDA BARRIOS CURBELO
Deseo trasladar a quienes me han elegido, y a todo Lanzarote y La Graciosa, mi más profundo agradecimiento al permitirme hoy dirigirme a nuestro pueblo en un día de gran celebración como éste.
Amigos de Lanzarote y La Graciosa, pregonar en Canarias las fiestas del lugar es para mí un orgullo, si además, esa fiesta es la celebración de la Virgen de Los Dolores, Nuestra Señora de los Volcanes, Patrona de mi querida isla de Lanzarote supone un gran honor, y si ello te permite ante un gran público, en mi admirable pueblo de Tinajo, exponer los sentimientos y pensamientos que sobre las vivencias de nuestro pueble tienes, es un lujo único que no quiero desaprovechar.
Yo no quiero desaprovecharlo porque me encuentro en un lugar como el pueblo de Tinajo, cuyas gentes se han preocupado por su entorno, no permitiendo un desarrollo inadecuado del mismo, comportamiento muy diferente al que prima actualmente en nuestras islas.
Nuestra Señora de Los Volcanes es una virgen milagrosa, Virgen de fiestas y romerías, pero antes que otra cosa, Virgen de lo humano, porque se preocupó y ocupó por la devastadora marcha de la lava sobre la Isla y conocedora del terrible daño que hacía a cosechas, propiedades y gentes, la paralizó en el lugar en donde hoy se encuentra clavada la cruz que recuerda el milagro.
En 1736 la preocupación de los lanzaroteños era la desolación que se estaba consumando en todos los rincones de la isla de Lanzarote por las erupciones volcánicas, hoy, 266 años después, el pueblo de Lanzarote está preocupado por la desolación que tiene como origen no Ia lava sino el consumismo galopante de sus recursos y sus bellezas.
No debemos permitir que la memoria nos juegue una mala pasada, es cierto que en tiempos pasados, en Lanzarote y La Graciosa la vida estaba presidida por la pobreza pero ese recuerdo lacerante de emigrantes para poder sobrevivir no nos está permitiendo, en la actualidad, ser dueños de nuestra cara. La tenemos prestada, creemos que el precio que debemos pagar por el desarrollo económico es la moneda de nuestras bellezas naturales. Quizás si nuestras playas, nuestros hermosos pueblos, nuestro aire, nuestro sereno paisaje lo hubiésemos comprado, y no fuese un don de la naturaleza, quizás entonces sabríamos valorarlo y no lo venderíamos a cambio de casi nada.
Una fuerte mentalidad orientada al simple beneficio económico y una concepción de la vida fundada en mirar para otro lado, es lo que parece hoy, en nuestra tierra.
Por elIo, hoy quiero aprovechar la bonita escultura que representa nuestra patrona, Señora de Los Volcanes, que con serena belleza y un rostro que refleja un hondo y resignado dolor, tiene su corazón traspasado con siete puñales, para ver en estos siete puñales representadas las heridas que hoy asolan nuestras islas:
Uno, nuestro campo se abandona, nuestros enarenados, otrora llamativos, hoy languidecen, nuestros jóvenes, van perdiendo la vinculación, a la tierra, no existe ni un sólo incentivo que los ayude a volver a ella, y otrora el ejemplo de La Geria, cultivando la vid al socaire de piedras en semicírculo, dentro de muy pocos años será un paisaje artificial.
Dos, nuestras salinas, hace mucho tiempo una magnífica industria blanca y que hoy, abandonadas se ennegrecen, sin embargo podrían recuperarse y cuidadas y en funcionamiento sería no sólo paisaje atractivo, sino también nuestra sal con algas un magnífico producto de salud y belleza.
Tres, nuestro litoral, esquilmado por construcciones, que no sólo ocupan dominio público, sino que el volumen, la fealdad y la fórmula de construcción contravienen todos los parámetros arquitectónicos del modelo lanzaroteño, que tan admirado es por los visitantes, y que causa gran admiración junto con nuestro negro suelo.
Cuarto, Arrecife, la capital, no termina de encontrarse ni de abrirse al mar, a pesar que tiene un litoral único, bellísimo, virgen.
Quinto, las infraestructuras de la vida, la educación, la sanidad, viviendas dignas y asequibles, la práctica del deporte, el conocimiento de nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestro patrimonio histórico, la convivencia familiar, en fin; lo que se denomina el medio ambiente social, está dejando de funcionar, ya que no existen las condiciones requeridas para desarrollar una vida amable.
Sexto, nuestras palmeras, árbol distintivo de nuestra isla, y que no se cuidan ni se plantan nuevas para engrandecer y reverdecer el paisaje.
Séptimo, el turismo de calidad, no se ve. Están construyendo grandes equipamientos, consumiendo suelo y belleza para un turismo de masas, que no le interesa ni lo que Lanzarote ni los lanzaroreños representan. Sin embargo, ahora tenemos un receso económico. Lanzarote podría ser un lugar ideal para buscar nuevas fórmulas de atraer un determinado tipo de turista, de élite deportiva y de salud y belleza
Países lejanos buscan sitio donde sus mejores deportistas practiquen todo el año, acompañados de su familia y equipo técnico, creo que nuestras autoridades y los agentes del sector hagan un esfuerzo para atraerlos.
Podríamos buscar más heridas porque todos sabemos que nuestras islas son muy atractivas, pero lo preocupante es que nosotros vamos cediendo y aceptando hechos consumados que deterioran nuestro entorno.
Y es que aún preocupándonos lo que pasa con la naturaleza, nos debe preocupar más lo que pasa con el ser humano.
Debemos mirar a Lanzarote con otros ojos. Ojos que nos serán imprescindibles para sobrevivir.
Muy pronto será un lujo el silencio, el agua pura, el aire saludable, el paisaje hermoso e incontaminado.
Tenemos que aceptar la interdependencia de todos los seres vivos, y. que nada ni nadie está por encima de nada ni de nadie.
Estamos en el año 2002; bonito número, y en Tinajo, único pueblo que ha sabido conservarse y no destruir su belleza, nos rodea una inmensa riqueza.
Portemos, como hizo el pueblo de Lanzarote con el cuadro de La Virgen de Los Dolores, al paralizar la lava, portemos nuestra opinión, unidos. Expongamos nuestra conciencia de salvar la Isla, de luchar por ella para que no la esquilmen.
Vivir, no es sólo tener; acumular. La Isla ha tardado en hacerse 20 millones de años, la podemos destruir en 50 años, y debemos ser críticos con nosotros mismos.
La única forma de garantizar nuestro futuro es exigir que la moneda con laque Se paga siempre la creación de puestos de trabajo no sea nuestro medio ambiente.
Gritemos de rabia cada mañana ante las heridas que recibe nuestro paisaje vivo.
Por ello hoy; en este pregón he querido pedirnos a todos: arrojo y valentía, a quienes trabajamos en lo público y a los ciudadanos. Hoy, alegrémonos, porque: estamos a tiempo; celebremos esta Fiesta, esta Romería, e iniciemos el primer acto de una nueva etapa que es Lanzarote y La Graciosa libres de la avaricia, que nuestras vivas a La Virgen de Los Volcanes sean Ia recuperación de la idiosincrasia canaria, la vuelta a ser ejemplo mundial de un pueblo unido y protector de su entorno, en 1736, contrata lava, y un pueblo unido en 2002, contra .la especulación.
Estamos en el lugar, en el año, y en la celebración ideal; pan saludamos, engalanamos con nuestros trajes del lugar, emocionarnos con los cantos canarios, y creernos lo que somos, únicos, irrepetibles, en nuestras manos está que, durante años y años esta Romería la celebremos en un entorno privilegiado, satisfechos de nosotros mismos, y, por ello, quiero recordar los versos de un poeta canario, Tabares Barlett, que nos recordaba como era la forma de ser del canario, diciendo lo siguiente:
«Ante la ofensa recibida pronto perdón.
olvido para el daño. .
y siempre exentos de maldad y engaño,
id con la frente por el mundo erguida»
¡Viva Lanzarote y La Graciosa! ¡Viva nuestra Patrona, La Virgen de Los Volcanes! ¡Viva nuestro pueblo!