POR INÉS ROJAS DE LEÓN
Tinajo siente verdadera adoración por Nuestra Señora de los Volcanes. Lanzarote y La Graciosa veneran a la Virgen de Los Dolores. De ahí que cada año sean más, los que fieles a su cita, se acerquen a su Santuario en Mancha Blanca.
Estos días de festividad de Nuestra Señora de Los Dolores, Lanzarote hierve cual si de un volcán se tratara, la Isla entera se moviliza preparando el atuendo ideal para disfrutar de las fiestas. Mancha Blanca prepara el mejor programa de actos, las Instituciones distribuyen los recursos y organizan el encuentro. ¡Todo tiene que estar a punto para que podamos disfrutar de la Fiesta canaria por excelencia!
Cuánto honor me hace el Ayuntamiento de Tinajo al pedirme que sea la pregonera de las Fiestas de la Patraña de Lanzarote. ¡Y qué reto ha supuesto para mí sentarme a escribirlo!
Todo el verano lo he pasado entre recuerdos, vivencias… en un peregrinaje personal por mi vida, en busca de acontecimientos, no sólo míos sino de otras personas. Y durante todo este tiempo y ya para siempre, un recuerdo emotivo, agradecido, generoso, sincero hacia el Ayuntamiento de Tinajo, a su alcalde Jesús Machín y todo su equipo. GRACIAS, es un gran privilegio ser la pregonera de las Fiestas de Los Dolores. Me han brindado ustedes un grandísimo regalo que llevaré siempre con orgullo.
Recuerdos y vivencias. De mi niñez, una foto, una foto con cámara de paño negro a la puerta de la ermita de Dolores con mi madre y mi hermano. La busco, llevaba tanto tiempo sin mirarla. Me emociono, mi madre ya no está. Mi madre que tanto me enseñara y me diera, especialmente, la fe y devoción a la Virgen. Recuerdos de mis maestros en Soo, Don Paco Reyes y Doña Liduvina, que tanto ayudaron para que yo pudiera estudiar, a pesar de mi dificultad auditiva y lo difícil que lo teníamos las chicas. En mi querido pueblo de Soo, todavía las oportunidades eran más fáciles para los chicos. ¡Cuánto agradecimiento les tengo! «Mis padres me dieron la vida y ellos la libertad para vivirla.» Porque estudiar, leer, saber nos hace libres. Libres y comprometidos. Siempre me he sentido comprometida con dar a los demás un poco de lo que la vida me ha dado a mí. En mi pueblo, en verano, daba clases, catequesis, organizaba teatros y actos para las fiestas; recuerdo que mi madre siempre se enfadaba y me decía: «todas las chicas ayudando en casa y tú siempre con las cosas del pueblo».
Era casi la única chica que estudiaba. Hubo dos, antes que yo, que eran mi referente. Si ellas pudieron estudiar, yo también podría, con becas, pero podría. Siempre soñé con ser la maestra de un pueblo al que ayudar a salir de su letargo, probablemente influenciada por lo que hicieron mis maestros conmigo. Y estudié magisterio y soy maestra. Que también me costó ejercer pues, acabé la carrera en 1980 y hasta el 1989, que me destinan a Las Remudas de Telde, no conseguí plaza porque habían cerrado las listas un año antes de acabar mis estudios y no se abrieron hasta 9 años después.
Casada y viviendo en. Arrecife tengo mi primera hija, un 9 de septiembre, día de la Virgen del Socorro. «Los nacimientos de mis hijas siempre estarían marcados en fechas señaladas.» Si no podía ser dando clase habría que ganarse la vida de otra manera. Abrimos un bar en Titerroy, trabajaba desde las cinco de la mañana hasta las tantas de la noche. Era feliz. Nace mi segunda hija, el 15 de septiembre, ¡Día de Los Dolores! Segundo regalo que me hacía la vida en tan señalada fecha. Años más tarde llegaría la tercera.
Hace ahora 26 años nos vinimos a vivir a Tinajo, el pueblo de mi marido, al que a veces le pasa lo que a mi madre, si bien él me conoció así y así se enamoró. Aunque sé que a veces es difícil, siempre ha sido el primero en estar a mi lado, brindádome su apoyo y mejor consejo. Siempre arrimo el hombro allí donde estoy y Tinajo me abrió las puertas permitiéndome expresar mi compromiso social participando en el Consejo Escolar, dando clases de Educación de Adultos, organizando belenes vivientes, teatros, catequesis, trabajando en política, presentando actos en las fiestas,… Recuerdo con especial cariño un desfile de peinados de un curso de peluquería, aquí en Mancha Blanca.
Sigo con mis vivencias, y entonces, recuerdo el pregón de San Roque 2008 y lo busco y lo releo, admirando y queriendo más a este Tinajo de puertas abiertas y reescribo a Inmaculada Fernádez en «Apuntes para la historia de Tinajo»: «…entrar en las actas del Ayuntamiento y remover el pasado me ha ayudado a conocer aún más a este pueblo y a apreciar el duro trabajo de todos aquellos que antes de nosotros contribuyeron a forjar el Tinajo que hoy conocemos».
Casas Hondas de Tajaste, Chimanfaya, Tingafa, Mazo, Timbayba, Las Cambuesas, Tenezera, Los Dises… son páginas de la historia de un pueblo en la que las mujeres y los hombres de Tinajo, de antes y después de las erupciones volcánicas y las hambrunas, decidieron permanecer aquí y luchar, con ayuda divina, seguro, pero luchar. Tinajo se levanta con pundonor y coraje.
Lanzarote, lejos de acobardarse, decide ponerse a trabajar, a sacarle el mejor partido a esas tierras quemadas. Desarrollan una agricultura única, que peina la tierra y dibuja un paisaje singular que no sólo da fruto sino que más tarde se convertiría en un reclamo absoluto, para la industria turística, debido a su extraña belleza. Siempre luchamos en nuestra Isla por la conservación de este singular paisaje. Unidos en la conservación del Medio.
«Y mis hijas van creciendo, recuerdo con qué ilusión pasaba las noches cosiendo, haciéndoles el traje de romera, y agradeciendo a mi madre que me enseñara coser,»
Y lo que la Virgen de Dolores ha significado siempre para mí, mi protectora. Cada vez que algún miembro de la familia estrena un coche, aunque sea de segunda mano, la primera salida es a la ermita de Los Dolores a pedir su bendición. Esto lo aprendí de mi suegra, gran devota también de la Virgen. Todos estos años, la Imagen de la Virgen de Los Dolores ha presidido mis mesas de trabajo. Un buen amigo me la regaló el día que tomé posesión como Presidenta del Cabildo y desde ese día, me acompaña también en mis tareas como responsable público.
Continúo reviviendo y recordando, cómo quisimos darle un giro a La Fiesta en el año 99 siendo responsable de Cultura en el Ayuntamiento de Tinajo. Los ventorrillos ya rodeaban la ermita y el aljibe de peregrinos, suponían ya un serio peligro de deterioro. Recuerdo aquellas reuniones con los feriantes, ¡Qué difíciles, cuánto nos cuesta cambiar! Pero entendieron, o más bien tuvieron que aceptar. Así ganamos espacio y protegimos la ermita y el aljibe.
También vimos como el río de lava, que llegó hasta aquí estaba desapareciendo bajo el asfalto por necesidad de aparcamientos, ferias de artesanía, atracciones,… y ya apenas, se veía el motivo por el que está aquí este Santuario. Por aquel momento había surgido un movimiento vecinal en Tinajo , «Agrupación de Vecinos de Tinajo», que hicieron una aportación importante para mejorar esta Fiesta. Así un grupo de jóvenes y no tan jóvenes llevaron a cabo un trabajo encomiable limpiando, descubriendo la lava, reforzando la cruz, encontrando un trocito de la antigua cruz y acordonando la zona para protegerla. Colocamos una pequeña urna explicativa, para visitantes, de por qué ese trocito de lava es tan importante. Y ahí está.
También proponíamos desde Tinajo, autenticidad a la hora de vestirse de romeros, que no es un disfraz y dábamos algunos consejos para ello. Así como el acto de la inauguración de la Feria Insular de Artesanía, lo separamos del pregón para distinguir a la Virgen. Como se hace ahora.
Después, como Consejera de Juventud del Cabildo, poníamos en marcha el uso de guaguas para volver a casa al acabar la romería y evitar coger el coche después de haber tomado alcohol o con sueño.
Era el año 1999, se hablaba del fin de siglo y de la próxima entrada en el siglo XXI, así que nos pareció un buen momento para que San Roque visitara a la Virgen de Los Dolores. Pues desde San Roque había salido el cuadro de la Virgen en 1736 y hasta en dos ocasiones, por restauración, había vuelto Dolores a San Roque. Era hora de que el Patrón de Tinajo le devolviera la visita.
Salimos en procesión desde la plaza de Tinajo hasta aquí, hasta Mancha Blanca. Les aseguro que la emoción nos embargó a todos, cuando llegando San Roque a las puertas de la ermita, salía la Señora de Los Volcanes a su encuentro. ¡Nunca olvidaré aquel momento! Fue algo sublime. Después de unos segundos en silencio, rompimos en aplauso ante aquellas imágenes que tanto significan en la vida de los que vivimos en Tinajo.
De ahí surgió la idea de que por estas fechas debíamos tener un hermanamiento con Los Valles de Santa Catalina, pues es el pueblo donde se asentaron, mayoritariamente, las personas que huyeron del volcán llevándose a su Virgen hasta allí La Virgen de Los Dolores y Santa Catalina, también debemos propiciar esta visita. No obtuvimos el permiso. Sería bueno que la Iglesia abra un poco más sus puertas, es necesario flexibilizar para regocijo de todos.
Unos años más tarde, en 2005, me tocaría de nuevo vivir la Fiesta por dentro, esta vez como Presidenta del Cabildo. ¡Esto ya eran palabras mayores! Feria de Artesanía, Festival Nanino Díaz Cutillas, Romería, Autos Sacramentales…Me hubiera gustado incorporar los juegos y deportes autóctonos y animo a que pensemos en ello. Qué inmensidad de Fiesta, qué derroche de canariedad. Y qué buen hacer el del personal del Cabildo de Lanzarote, el de todos los Ayuntamientos, el de las Fuerzas de Seguridad…Si esta
Fiesta es Grande es porque la hacemos entre todos. Qué emocionante ver la Romería desde el aire. La estampa es impresionante. Todos los caminos a rebosar de gente caminando, con el colorido espectacular de los trajes canarios en el canelo y negro paisaje de nuestra Isla, que hace que te salga del alma un «Todos los caminos conducen a Dolores.» Durante muchos años he vivido la Romería al pie de la Virgen, he visto con qué fervor, esperanza, agradecimiento, confianza,… llegan jóvenes y mayores, y al pasar frente a Nuestra Señora, hacen un gesto de respeto muy digno, a veces con lágrimas en los ojos dejan su ofrenda y siguen su camino pidiendo salud para volver el próximo año. Esto es vivir la FE. Aunque sea con unos buenos vinos de más.
Pero la FIESTA DE LOS DOLORES no ha sido siempre así.
Lanzarote, fue la primera isla conquistada del Archipiélago, por los normandos Gadifer de la Salle y Jean de Bethencourt, a principios del S.XV En 1404, se establece en Lanzarote las segunda de las sedes episcopales de Canarias, la primera estaba en Telde.
Fue bautizada como San Marcial. En 1543 los corsarios ingleses derriban la primera ermita-catedral de Canarias, y en ese mismo lugar, en el siglo XVII, se levanta la Ermita de San Marcial del Rubicón en Femés.
Desde aquellos primeros años, la devoción a la Virgen vino aparejada a la historia y a la evangelización de Lanzarote. «no hay parroquias, no hay ermitas, no hay salas de ricos, ni casas de pobres donde no haya una imagen de La Dolorosa…»
Las erupciones volcánicas de 1730 y 1824 extienden la devoción a la Virgen portada la Isla.
«Eran las nueve y media de la noche del día primero de septiembre de 1730, cuando se abrió la tierra cerca de la Aldea de Chimanfaya…» (Andrés Curbelo, cura de Yaiza).
El uno de septiembre de 1730, sucede la erupción volcánica más larga e importante que haya tenido lugar en el Archipiélago, la lava corrió durante más de cinco años. Hecho que hizo huir a mucha gente de la Isla y a otros, refugiarse en la parte más alta de Lanzarote, el Norte.
«…un río de lava avanzaba entre dos montañas a gran velocidad, la catástrofe parecía inminente, el magma iba a sepultar Tinajo… aquellos devotos vecinos ya no tenían otro remedio que el que podía prestarles el Cielo…»
Corría el año 1736, cuando un franciscano convoca al pueblo de Lanzarote para organizar una procesión con la imagen de la Virgen de Los Dolores de Tinajo y dirigirse al frente de las corrientes de lavas y magmas ardientes. La procesión se situó justo en la Montaña de Guiguan, y allí hacen la promesa de construir una ermita, si la Virgen lograba parar el volcán. Una persona que llevaba abrazada una cruz de madera, se adelanta a la procesión y clavó la cruz frente a las lavas que se acercaban. Dicen que el magma llegó a los pies de la cruz y se detuvo. La cruz tiene Inscrita la fecha 16-IV-1736. ¡MILAGRO! Se había producido el milagro. Los milagros existen.
Una vez libres del peligro, olvidaron la promesa, y no fue hasta 40 años más tarde que recobraron la memoria y cuenta la leyenda, que tuvo que ser la mismísima Virgen quien bajara del Cielo a recordarlo a través de la pastorcita Juana Rafaela.
La ermita se construye en 1780 y la bella imagen de la Señora de Los Volcanes, se cree que es una exquisita obra de la Escuela Granadina de finales del siglo XVIII.
La tierra árida de Lanzarote vuelve a ser sacudida en 1824 por otro volcán, el de la Capellanía del Clérigo Duarte, entre Tao y Tiagua. Los vecinos atemorizados encaminan sus pasos hacia el Santuario de Dolores. Cargan la imagen de la Virgen y se van en procesión por Guiguan hacia La Vegueta, a cuyo paso se van sumando labradores y pastores de Tinajo. Hete aquí, que unos señores de Tinajo mandan parar la procesión, preocupados por el riesgo que podía correr la imagen de la Virgen. Tuvieron que intervenir, Don Juan Gil, Don Marcial Acuña y el Señor Mena, personas acaudalas de Tiagua, que se comprometieron con su patrimonio a pagar los daños si los hubiere. Continúa la procesión, llegan a la falda de Tamia y allí la gente pide a la Virgen que obre otro milagro. Al poco, el volcán dejó de escupir lava y solo salían columnas de humo. ¡MILAGRO! El milagro de nuevo, los milagros existen.
A partir de aquí Lanzarote aclama y reclama a la Virgen de Los Dolores como su patrona. Ante el clamor de la gente, las autoridades eclesiáticas no se hacen esperar y la Virgencita de Los Dolores, con la advocación de Nuestra Señora de Los Volcanes, es declarada al fin, oficialmente, Patrona de Lanzarote, por voluntad popular.
Lanzarote ya no olvidará jamás celebrar cada 15 de septiembre el Día de Los Dolores y cada 31 de julio La Fiesta del Fuego.
La de Los Dolores se ha potenciado muchísimo y la del 31 de julio está prácticamente desaparecida, tímidamente se celebra en los últimos años con algunos actos religiosos, como recuerdo de aquel milagro de 1824.
Y así cada año el 15 de septiembre, desde todos los rincones de Lanzarote y La Graciosa, la gente venía en peregrinación al Santuario de Mancha Blanca.
«Eran verdaderas caravanas de burros y camellos engalanados con las mejores alforjas y mantas, De los pueblos más alejados salían hasta dos días antes, como los harianos, los del Norte y La Graciosa, que venían en barquillos hasta Famara, y de allí caminando por Soo hasta Dolores, cargados con su pescadito frito en mojo hervido. Pasaban la noche de la víspera aquí durmiendo a cielo descubierto. Asieran después, los que ocupaban los primeros puestos en la iglesia.»
«Todos los caminos y veredas se llenaban de peregrinos de distintos pueblos, que compartían el vino, el gofio, los pejines, las jareas… era una gran diversión, pero todos con el objetivo de llegar a los pies de la Virgen y mostrarle su agradecimiento o pagarle alguna promesa.»
Era frecuente ver a la gente entrar a la iglesia de rodillas, o alrededor de la ermita o con velas encendidas. En el altar siempre había velas para que pudieran comprarlas quienes no habían traído.
«Las promesas que más llamaban la atención eran las de los marineros, que venían ataviados con sus ropas de faena y descalzos. «Dicen que el cura Don Tomás no era partidario de que gastasen el dinero en velas para pagar promesas. Él era más práctico, y decía, que el mejor pago de una promesa era un saco de estiércol, enterrado en un buen enarenado de su propiedad, en el que se plantaría millo, trigo, garbanzos… y así tendrían gofio y potaje para las familias que apenas tenían para comer.
La gente de los pueblos más cercanos Soo, El Cuchillo, Tiagua, Muñique… salían caminando el mismo día. Llegaban a Tinajo al mediodía, donde casi todos tenían alguna amistad donde parar para comer y descansar. Mi abuela, Justiniana Ferrera, paraba en casa de Florencia, para luego subir a Mancha Blanca a la Función Religiosa, el paseo de los novios, las parrandas espontáneas de timples y guitarras, los ventorillos… Así era la fiesta. Que, además, era una gran fiesta según el número de burros y camellos que se reunían. Don Juan Brito nos relata que algunos años se contaban hasta 200 camellos por caminos y veredas. Más tarde, la gente de Tinajo diría ¡Fue una gran fiesta este año! ¡Había un coche!.
Los peregrinos, al caer la tardecita, de nuevo al camino, rumbo al casino de Tiagua, al baile, donde hoy está el supermercado. Hay que recordar que no estaba permitido el baile en las fiestas de Dolores, de ahí que unos fueran a Tiagua y otros a San Bartolomé. Dada la rigidez de las normas de aquel momento para las relaciones amorosas, a la juventud le encantaba este peregrinaje, que le permitía pasar el día entero en el camino y volver a casa sin más luz que la de los faroles.
Y llega el progreso, y los coches, no hay necesidad de peregrinar masivamente caminando. Poco a poco, la fiesta va cogiendo otro cuerpo, adaptándose a los nuevos tiempos. Ya empieza el Ayuntamiento de Tinajo, con Mancha Blanca a organizar verbenas, luchadas, cantantes que nos traía Juan Perdomo y hasta cochitos chocones.
Así era, hasta que en 1988, Don Juan Brito recrea de forma magistral pasajes de la historia del Volcán de Timanfaya y la huida de la gente hacia otros puntos de la Isla. Con los Autos Sacramentales de Don Juan Brito, se han vivido en esta Plaza momentos verdaderamente emocionantes.
La capacidad de convocatoria de la Virgen de Los Dolores, el espacio, el fácil acceso… llevaron en 1989 al Cabildo a pensar que La Fiesta de Los Dolores podía ser el marco ideal para proyectos incipientes como el de la Feria Insular de Artesanía, que no lograba despertar el interés masivo de la población por carecer de lo que sí tenía Dolores. Dos reuniones bastaron entre Doña Sebastiana Perera Brito, Consejera de Cultura del Cabildo de Lanzarote, Don Nicolás de Páiz, Presidente, Don Luis Perdomo, Alcalde de Tinajo, Don Aquilino Romero, Presidente de la Comisión de Fiestas, y personal técnico del Cabildo, para acordar la colaboración y organización conjunta La Fiesta de Los Dolores. Y deciden incorporar, además de los Autos Sacramentales, la Feria Insular de Artesanía, el Festival de Folclore, homenaje al recién fallecido, Nanino Díaz Cutillas, la Romería como forma de recuperación del antiguo peregrinaje y posteriormente el baile del romero, como sinónimo del baile de magos, del candil o taifas. Logrando así que la fiesta de Nuestra Señora de Los Volcanes sea, no sólo una explosión de devoción a la Virgen, sino una verdadera manifestación de canariedad. Una fiesta que congrega cada vez un mayor número de visitantes de dentro y fuera de Canarias, estando hoy a la altura de otras patrañas como El Pino o La Candelaria.
Como pregonera, hoy de la FIESTA GRANDE de Lanzarote, quisiera que este pregón fuera un humilde reconocimiento de gratitud a estas personas que nos trazaron el camino que nos ha traído hasta aquí.
Y a ti, Señora de Los Volcanes, te ruego nos concedas el milagro de iluminarnos para saber trabajar con generosidad y altura de miras por una sociedad libre del paro. Por una sociedad capaz de resolver sus problemas individuales y colectivos. Por un pueblo que sepa vivir en unidad con acuerdos políticos que se ocupen del bien común. Por una sociedad en paz, libre de todo tipo de terrorismo. Por una sociedad que no tenga que emigrar empujada por el hambre y la guerra.
A ti, Virgen de Los Dolores, a ti mujer, a ti madre, que sabes bien lo difícil
A ti, Virgen de Los Dolores, a ti mujer, a ti madre, que sabes bien lo difícil que ha sido y es la vida para muchas mujeres. Que sabes cuántos «volcanes» hemos tenido que lidiar a lo largo de la Historia para ocupar un lugar en Ella, permíteme, que como pregonera de tu Fiesta, te ruegue nos ayudes a librarnos de «estos volcanes» de hoy. Tú sabes que yo sé que los milagros existen.
Trabajemos juntos por ello.
¡Disfrutemos felices de las Fiestas de Nuestra Señora de Los Volcanes y que la Virgen nos proteja!