Por Agustín Cabrera Perdomo
También necesitamos tener más información sobre los medios fiables y eficaces para quitar un tatuaje. Por lo general, la gente no se da cuenta hasta años más tarde de las consecuencias de lo que ha hecho.
No se trata sólo del coste económico, mucho mayor que el de hacerse el tatuaje. Las técnicas para eliminar los tatuajes no están avanzadas y a menudo dejan trazos definitivos.
El violeta intenso, los colores flúor, el amarillo y el blanco son muy difíciles de quitar. Es imposible borrar por completo los tatuajes multicolores. Estamos hablando de láser y cirugía, pero estas técnicas no son eficaces al 100%.
Esto quiere decir que el cuerpo queda marcado de por vida. Además, la operación es dolorosa y cara.
Pues bien, los jóvenes que se hacen un tatuaje no siempre son conscientes de hasta qué punto la vida es larga y complicada. Un símbolo, una imagen, un nombre o una frase que les gusta a los 20 años, seguramente les sugerirá otra cosa distinta cuando tengan 50. Para la tercera parte de las personas que se han hecho un tatuaje llega un día en el que ya no lo soportan, según la American Academy of Dermatology (AAD 2013).
Lo más paradójico es que las personas que se hacen los tatuajes más artísticos son también por lo general las personas que dicen ser o se sienten más cercanas a la naturaleza, a la ecología. Nunca aceptarían tomar un producto químico o frotarse el cuerpo con él. Pues bien, en este caso aceptan, piden incluso, que se lo metan bajo la piel.