Fuente: itinerarios didácticos por la isla de Lanzarote
Publicaciones del Grupo de Investigación GEOVOL, “Geomorfología, Territorio y Paisaje en Regiones Volcánicas”
Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio Facultad de Letras, Universidad de Castilla-La Mancha- 2013
El volcán Tinguatón forma parte de la triple erupción que tuvo lugar en la isla de Lanzarote de julio a octubre de 1824. En esta erupción se levantaron los edificios volcánicos de Tao o Montaña del Clérigo Duarte, Volcán Nuevo del Fuego o Montaña del Chinero, y Tinguatón.
Las erupciones no son demasiado importantes, generándose edificios de dimensiones reducidas. Lo que caracteriza a este último ciclo eruptivo es la emisión de aguas salobres en las erupciones de Tao y Tinguatón. Esta emisión de agua es especialmente importante en Tinguatón, dejando una huella palpable en los depósitos eruptivos. La erupción de 1824 estuvo precedida de una dilatada fase sísmica que se inició 11 años antes de producirse el primer evento eruptivo (Volcán de Tao, 31 de julio de 1824)
La erupción del Tinguatón se inicia el d16e octubre en la misma fisura eruptiva de los volcanes de Tao y Chinero, en una zona intermedia localizada a 4 Km. de este último y a 9 del de Tao (Romero, 2003). La erupción se inicia con fuertes explosiones localizadas a lo largo de una fisura con numerosas bocas de emisión, seguidas por la salida de lavas fluidas que se organizan en tres flujos, partiendo dos de ellos de los extremos de la fisura, situándose el tercero aproximadamente en el centro de la misma. En los diarios remitidos a La Gaceta por el Regente de la Audiencia de Canarias (Romero, 1997) en relación al inicio de la erupción del Tinguatón se dice: “…después del anochecer como a las 6 ¼ hizo un gran estrépito, y se presentó al mismo tiempo una nueba erupcion con una grande columna de fuego tan recta y elevada que tenia iluminada toda la ysla, superando las grandes montañas que podian hacerle sombra ; y con unos bramidos tan terribles que á pesar de estar acostumbrados á oir los dos volcanes anteriores, atemorizaba a todos los naturales” .
Al día siguiente, 17 de octubre se inicia la emisión de potentes columnas de agua por los conductos de emisión “presentando una actividad muy similar a la de los géiseres” (Romero, 2003). Las emisiones de agua se mantuvieron hasta el día 24 de octubre. En las crónicas mencionadas se dice al respecto de la erupción lo que sigue: “…tiene {el volcán} un gran cráter y tres pequeños; que vomitava mucha piedra inflamada y arena; que havía formado tres basos de lava, uno al naciente y otro al poniente y otro al norte; que los dos primeros dejaron de corre porque se cegaron las partes por donde salía lava, y el otro se encamina por sobre la antigua lava hacia el norte…se obserbaba que la caldera que havía formado estaba llena de un liquido que subia y bajava como inflado y no podía salir a causa de que la parte mas baja por donde desahogaba la laba esta caldera, se havía tapado con la mucha piedra que caía” El cronista describe una típica erupción magmática, estromboliana, en la que se emiten piroclastos y flujos lávicos.
Posteriormente cuando el volcán comienza sus emisiones de agua caliente y salobre, se dice: “ …a las 4 1/2 que principió a salir de aquella caldera, y por la misma parte que salio la lava, un torrente de agua tan fuerte e intrépido que desocupó en poco tiempo la pared o tajo que formó la piedra; y quedó livre su curso”. La actividad hidromagmática del volcán Tinguatón difiere de una erupción freatomagmática típica. No se produce contacto explosivo con el magma por lo que no se desarrollan las formas característica de esta dinámica eruptiva ni se emiten piroclastos hidromagmáticos. El agua es caliente y salobre, con un color y olor característico. “…el agua, de color lejia, corria tanto que otro volcán no le servía de obstaculo, y así llegó la noche, dejando a todos con admiracion y espanto al ver reemplazado el fuego con el agua”. En relación a las características del agua se dice: “…dicha agua es de color lejia y tan caliente como si estuviera hirviendo, y salada como del mar”.