Fuente: La Voz 14-01-1995
Adolfo Torralbo del Castillo
Por otra parte, y en lo que respecta a la imagen, no se sabe su procedencia ni su autor por la pérdida del libro de la fundación-Podemos deducir que fue adquirida para la nueva ermita a finales del siglo XVIII, puesto que ya se habla en un inventario del «nicho para la Imagen», nicho que está oculto tras el retablo actual y que es de piedra volcánica.
Su estilo es claramente de sabor andaluz y se explica porque en esas fechas Lanzarote tenía relaciones comerciales con Sevilla y Cádiz. Es una imagen de una belleza sorprendente. Parece tener siempre distinto semblante.
Pero lo más importante es la devoción popular que llega a todos los rincones de la isla. Los conejeros saben mucho de an¬gustias y malos tratos desahogados a los pies de esta imagen-¡Cuantas veces han llegado al Santuario con el alma dolorida por el peso de los pecados o de los problemas y han salido de él rebosantes de gozo! La Virgen, que es siempre Madre, manifiesta aquí, en Mancha Blanca, su presencia maternal de una manera más fuerte.