Por Agustín Cabrera Perdomo
Escribía don Agustín Álvarez Rixo, en su Historia del Puerto del Arrecife, haciendo mención a lo dicho por don José de Viera y Clavijo en su Historia de Canarias, refiriéndose a los habitantes del Puerto de Arrecife; lo siguiente: ….que la desunión de estos en los negocios públicos era lastimosa, y que la falta de ideas era total, y que si éstas se hubiesen tenido, se pudo haber edificado aquí el pueblo más singular de las Canarias, imitando a ciudades como Ámsterdam y Venecia.
Cuando en 1811, volvió por su tierra natal el licenciado don Andrés Arbelo, Provisor de Canarias para comprobar in situ, los grandes avances que había sufrido Arrecife. Después de recorrer el pueblo con algunos amigos y preguntándole estos por su parecer al respecto, les dijo: que reconocía que los ingenieros directores de aquel naciente pueblo, habían sido las mismas cabras que cuando él vino a embarcarse por allí, tenían formadas las veredas y los atajos que conducían al embarcadero.
La atávica falta de ideas arriba indicada, ha sido la tónica seguida por la mayoría de los gobiernos municipales y cabildícios sobrevenidos después de la Democracia, que es cuando y donde verdaderamente ha corrido el dinero a espuertas salido de las arcas europeas y del bolsillo del ciudadano que paga el IBI más caro de Canarias.
En lugar de realizar las obras fundamentales, para una ciudad en crecimiento y desarrollo y que hubiesen dado a esta ciudad el empaque y la prestancia que se merecía, se han enredado los políticos con su corte de asesores de encargar la redacción de Planes Generales de Ordenación Urbana, cuando contábamos con uno redactado en la década de los sesenta, siendo Alcalde de Arrecife don Ginés de la Hoz, el cual hubiese podido ser adaptado a las necesidades de desarrollo urbano de la ciudad, aunque el mal estaba hecho ya con ordenanzas que permitían edificios monstruosos de una arquitectura estándar como los que predominan en La Plazuela o la calle Real. Han pasado una pila de años y todavía no tenemos Plan General y creo que en esta última parida urbanística que está en fase de información pública donde creo que una de las genialidades de los redactores es destinar no sé qué porcentaje de suelo urbano en el Islote del Francés para la construcción de casas baratas.
El dinero público se ha gastado principalmente en crear en las Instituciones plantillas desmesuradas a base de enchufismo pre y post electoral y derrochando millones sin ton ni son en obras mediocres en su ejecución pero fructíferas en comisiones fraudulentas. Ejemplos? Casa de la Juventud, Casa de La Incultura, La Pileta de natación 25 m. (el club La Santa tiene tres olímpicas), el Polideportivo de Argana, cerrado desde hace años. etc., etc.
¿Se merecen los ciudadanos de Arrecife semejantes despropósitos? por ejemplo el litoral marítimo más bello del todo el archipiélago, incluyendo la ribera del Charco de San Ginés que hubiese sido hoy un inigualable bulevar con sus riberas repletas de pequeños comercios, cafeterías y centros de exposiciones, con terrazas para el disfrute de nuestro visitantes y de los ciudadanos. ¿Qué es hoy El Charco de San Ginés, después de la imbecilidad de declararlo Bien de Interés Cultural? aparte de haber frenado la iniciativa privada con la consiguiente repercusión en el paro a todos los niveles, pues es eso, lo que puede verse, casas en ruinas a las que se les ha dado un lavado de cara exterior pero que esconden tras ellas solares inmundos donde las ratas tienen sus pequeños paraísos. ¿Está más hermosa la calle Brasil o Cienfuegos con su colección de ruinas protegidas, que como estaría con una sucesión de viviendas y locales acordes con el entorno?
El llamado antiguamente Pasadizo, que comunicaba por mar la bahía de Naos con el Charco de San Ginés y el resto de nuestra inigualable ribera hasta El Reducto, cerrado provisionalmente como se dijo entonces por la contaminación a que estuvo sometida dicha bahía por los vertidos a ella de las cinco conserveras, se ha cerrado definitivamente cortando la posibilidad de la navegación de pequeños barcos acondicionados para el traslado de los cruceristas en agradable paseo por el litoral capitalino. Como existen en Róterdam, Venecia u otras ciudades con dirigentes de ideas originales e imaginativas.
En su lugar nos han puesto un ridículo y renqueante trenecito
Las desgraciadas obras permitidas en el Islote de La Fermína, son el sumum de la incompetencia de nuestros políticos. Proyectado como un supuesto y pequeño paraíso marinero, con restaurantes, tiendas, algún que otro chiringuito de copas, piscinas al estilo del lago Martianez. Como homenaje a nuestra pasada historia marinera, Manrique había hecho varar la bella estampa de «La Dolores», junto a lo poco que quedó de su playita blanca, y que acabó sus días como pasto del fuego que unos gamberros impunemente prendieron en una noche triste para todos los Arrecifeños. Como se trataba de una obra que junto con el Arrecife Gran Hotel daría prestancia al Arrecife que se avecinaba y que intuíamos, todo nos pareció bien pero, ese desafortunado pequeño escollo donde en la década de los cincuenta un fuerte temporal del Sur varó en su playita al San Rafael y a La Bella Lucía, nunca pudo imaginarse la de millones de euros que se enterrarían en su adecuación, hoy es una nueva ruina sin haberse estrenado, sí; hubo inauguración y croqueteo para luego, después de huecas promesas de próxima apertura, dejar que el vandalismo imperante y crónico de este pueblo, lo haya arrasado por tercera y espero que ultima vez.
Cuando hace unos años se convocó un concurso, para la reconversión del Islote, en más de lo mismo, pero con nuevos dineros, tuvimos la idea algunos ciudadanos, participar en dicho concurso, sin ánimo de lucro, como diría mi buen amigo Vicente Torres presentando un proyecto con dos únicos planos: el número uno, reflejando el estado actual del desaguisado y el plano número dos reflejando su estado original, tal cual la naturaleza lo había parido, esta era la propuesta volverlo a su estado natural y primigenio, lo cual hubiese salido mucho más económico que todo ese derroche irresponsable y vergonzoso.
No han sido falta de ideas, la llamada hoy vía medular, y que fue una idea ya concebida en tiempos de no recuerdo que alcalde, creo ha sido una obra espectacular y de gran desahogo para Arrecife, aunque alguien dijo intentando justificar aquel delirante y faraónico proyecto Maretas; que la vía medular junto a la de circunvalación actuaban como fronteras perfectamente delimitadas dificultando la movilidad y fluidez de sus habitantes y convirtiendo Arrecife en una ciudad fortificada. ¿?. Y más cosas: un sacrílego alegato sobre la transubstanciación de una máquina de agua por otra de conocimiento, pensamiento y libertad.
Hoy están en el catálogo de posibles edificios a proteger en Arrecife, casas sin ningún valor arquitectónico e histórico, y que están desmoronándose por abandono, sin embargo una obra de las características de Las Maretas del Estado, la obra de ingeniería hidráulica más importante de la isla, por la trascendencia que tuvo hasta los años sesenta, quisieron convertir sus dieciséis cisternas en dieciséis cuchitriles donde poder desarrollar toda la parafernalia que conlleva esa cultura de puertas pa fuera, para la galería y que supondrán apetitosas poltronas para futuros culturos que dirigirían las diferentes ramas del supuesto arte a desarrollar en ellas. Como es obvio, este es un parecer, un parecer que manifiesto sin ánimo de ofender a nadie, y el que se sienta aludido pues cuanto lo siento, pero; más siento que nuestro Arrecife no cuente con un modesto auditorio cuando en las islas capitalinas se gastaron muchos miles de millones de las antiguas pesetas en los suyos.