Por Agustín Cabrera Perdomo.
Fuente: Lancelot
El olor a mierda que despide el parque municipal de Arrecife ha llegado a Europa.
El aburrimiento de una entusiasta parlamentaria de ICU lo ha hecho posible. Yo ciudadano de Arrecife agradecido, votaré a esta opción política en las próximas elecciones europeas, en reconocimiento a su gran labor parlamentaria, en defensa de la salud de la flora del hoy maloliente parque municipal de Arrecife.
También la felicito por hacer suya la preocupación de las madres de los niños que juegan en dicho parque, y desearle que su recuerdo perdure en nuestra memoria por lo siglos de los siglos, por tanto alarde de aburrimiento imaginativo. Creo que los Padres de la Patria común Europea, al enterarse de que la más importante colonia de garzas (BULBUCUS IBIS) del continente e islas adyacentes estaba en peligro, un murmullo de desaprobación, asombro y condena recorrió la sede de la Comisión Europea. Asuntos de gran transcendencia que se debatían en esa misma sesión, pasaron a segundo plano. El presidente de la Comisión dio preferencia al asunto de las garzas, ya que estaban en peligro algunos miembros de una especie protegida y en vías de extinción. En los albores de siglo XXI no se podía tolerar el desatino en unos ediles desaprensivos e ignorantes, que a diestro y siniestro cortan ramas, tiran nidos, roban pollos…son así.
Ni que decir se tiene que la Sra. Diputada fue sacada a hombros por sus colegas más entusiastas, por conseguir que la mencionada Comi¬sión Europea decidiese la» apertura de una investigación» sobre tan importante asunto. En el parlamento, a base de un buen vino de borgoña y canapés de hígado de oca (de las que clavan al suelo y alimentan a la fuerza) se brindó por el éxito momentáneo de la cuestión.
La supuesta Hija de la Gran Bretaña Sociedad Española de Ornitología es la penúltima verruga que le ha salido a las palmeras y árboles del parque, esta fantasmagórica Oficina Canaria de la mencionada entidad, que denuncia por correo certificado, que aparece de repente, como aparecía allá cuando, por los caminos y veredas de Tinajo la Burra Blanca o en la isla hermana de Fuerteventura la luz Mafasca, sin tener en cuenta el sentir de los ciudadanos de Arrecife, denuncia ante los tribunales a sus representantes elegidos democráticamente, por el supuesto delito de intentar aliviar del peso de tanta mierda, a estos nuestros queridos y sufridos arboles. Si yo tuviera el talante y la educación de Don Camilo J. Cela, haría lo que Uds. se imaginan, en su rimbombante y anglosajona denominación y me quedaría más fresco que un Ibis sagrado que lo acabara de hacer sobre una de las palmeras del parque.
Terminando estas cuatro malparidas letras, me entero que en el norteño municipio de Haría, un nuevo personaje de carretera estrecha, está que trina con el alcalde, por un quítame allá un cacho de risco. Y yo, me pregunto ¿De dónde sale tanto salvalajas y salvacallaos? ¿Ganan oposiciones a estos cargos o los nombran por méritos de guerra? A este paso, no me extrañaría que un día de estos, sentaran en el banquillo de los acusados al espíritu de monsieur Rene Vemau haciéndole responsable de la ausencia de alondras en la isla por una masacre que de estas aves hizo un domingo de piñata, allá por los últimos años del pasado siglo.