Por Agustín Cabrera Perdomo
Fuente: La Hoja de Tinajo- del 8 al 15 de Junio 2001
Creo que no se le puede calificar de otra manera En Los Dolores, junto a la Cruz de tea que pusieron nuestros antepasados, justo en el lugar donde según la tradición, la lava del volcán detuvo su destructora marcha: se levanta un monumento a La Desidia, a la Incuria, a la Dejación o como ustedes prefieran llamarle. El noble material con el que está construido, – puro cartón piedra, o algo similar, le da una prestancia y un empaque al lugar, que los muchos visitantes que se detienen allí y reparan en él…, extasiados ante tamaña maravilla, gastan carretes, retratándose junto a aquel colosal remedo de la arquitectura local.
No sé exactamente, los años que lleva aquello allí, pero creo sinceramente, que es hora que lo desmonten, le den una pintadita, y lo vuelvan a colocar, pero esta vez delante de la casa del que tuvo la genial idea de mantenerlo allí tanto tiempo.
Hombre… la idea no es mala, -sé preguntaron los cabeza pensantes-… Si el año que viene tenemos que montarlo otra vez, ¿Para qué lo vamos a quitar? Pero hombre: ¿Por qué quitar los ventorrillos, si un año pasa corriendo? Y., ¿Por qué no dejar el alumbrado navideño de un año para otro? ¿Saben ustedes, de algún otro sitio de la Isla, donde sé de un hecho como éste? Y claro, uno, que no entiende de tanta economía para unas cosas, y del derroche general para tantas otras, se pregunta: ¿con qué fuerza moral, le pueden llamar la atención al nuevo vecino recién llegado de p’a fuera?, que, con toda la buena fe del mundo, va y le pone un techo de cuatro aguas a su cuarto de pilas, lo pinta de colorado, y en el pináculo, le coloca una veleta amarilla representando a la autentica gallina Turuleta, si los responsables de velar por la buena imagen de la isla, -Reserva Espiritual de la Biosfera-, levantan una imitación del Pórtico de la Gloria, y lo dejan «ad perpetuam memoriam» frente a la casa de la Patraña de Lanzarote, para que los visitantes que lo ven y comprueban su naturaleza, se hagan pis, de la risa que les entra. Somos muchos, los que esperamos, que después de la próxima Feria de Artesanía retiren el mencionado esperpento, y de paso, hagan lo mismo con los restos de las abigarradas carrozas del carnaval, que también adornan actualmente, muchos parajes del Municipio.