Don Bartolito Bethencourt

Fuente: Agustín de La Hoz -Lanzarote

(…) Don Bartolito Bethencourt fue quien levantó la señorial casona que parece estrangulada por una buganvilla(1), y fue el primero que cultivó tabaco en Lanzarote. Don Bartolito había emigrado a Cuba y volvió con bastantes «pesos» a su tierra, amén de suficientes conocimientos acerca de la planta de Nicot. Son los días del mes loco de 1884 y don Bartolito, que un día llegó a apostar 2.000 pesos al «caballo de espada», se convirtió en el santo profeta del fabuloso cultivo americano.

Realizó mil ensayos, predicó cuanto quiso, pero al poco se cansó y abandonó sus afanes por las nuevas plantaciones. Don Bartolito, amigo fiel del malhadado «caballo de espada», no tardó mucho tiempo para mandarse a mudar al Nuevo Mundo.

Pero se dice que la semilla de los mártires es fecunda, y así con el tiempo ha venido a ser, La Vegueta, la mejor y más aprovechada productora de tabaco. De estas solanáceas, las que abundan son las llamadas «punta de lanza», de Kentuky, de hojas alargadas, cuyo peso se estima considerable en relación a su volumen. Estas plantas sufren dos cortes, que se aprovechan íntegros, pero no así el tercero, casi inaceptable. También se cultivan las de «hojas de medio corazón», más sensibles al viento y más livianas en cuanto a su volumen.
Da gusto ver el ir y venir de las mozas de La Vegueta, con sus atavíos coloristas, por las plantaciones de tabaco, sobre todo cuando entre canciones típicas del país cortan las resinosas hojas de las plantas o si calladas, en corro, «enmanillan» las que proceden de los secaderos. Tales mozas están clavadas a los tabacales, pero a la vez libres del pasado agobiador de La Veguera. Son chicas habladoras, pero dulces y bondadosas, de bocas grandes y pómulos sonrosados, andan seguras, prietas las carnes y soñadoras, al estilo de las de «La Rosa del Azafrán».
Un monstruo voraz merodea siempre por las plantaciones de La Vegueta, y es el terrible «mosaico» (2), invicto y terco, devorador a veces hasta de una total cosecha sin que se encuentre el modo de combatirlo. (…)

NOTAS

1.- Conocida por «Casa de don Ezequiel».
2.- Mildeu (del ingl. mildew, tizocillo; y Oidio).

Anuncio publicitario
Categorías: La Vegueta | Deja un comentario

Navegador de artículos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

A %d blogueros les gusta esto: