Fuente: Los volcanes de Chimanfaya
Santiago Cazorla León
Y esta devoción comenzó en Lanzarote desde el momento que se abrió al público su Santuario después de 1779, según lo cuenta con las siguientes palabras D. Juan Nepomuceno Montesdeoca Melián en el sermón que publicó en Madrid en 1860:
«El volcán respetó aquel adorable simulacro parando su carrera, dejándoles en paz y perdonando todas sus inmediaciones. Los vecinos cumplieron su promesa y desde entonces este Templo ha sido el de mas devoción y concurrencia de toda la isla».