Mancha Blanca

Por Agustín Pallarés

Mancha  Blanca. Barriada de Tinajo, situada al SO del pueblo, sede de la ermita de la Virgen de los Dolores o de los Volcanes, como también se le llama.

Cuenta la tradición que dicha virgen fue entronizada aquí en la ermita que se le construyó como respuesta a un supuesto milagro obrado por una imagen de la misma que fue traída a este lugar en procesión por la multitud enfervorizada para que detuviera la corriente de lava que amenazaba con caer sobre Tinajo a finales de las erupciones del siglo XVIII.

Sobre este pío suceso, si lo hemos de considerar como hecho histórico, hay al menos que retrasar la fecha que se ha venido dando como cierta para su acaecimiento en un año, haciendo esta corrección extensiva a la fecha de 16 de abril de 1736 que da L. Von Buch, –sin duda relacionada con este ‘milagro’–, como la de finalización de las erupciones de aquellos años, pues es practicamente seguro que tales hechos no ocurrieron en 1736 como se ha venido creyendo hasta ahora, sino un año antes. En efecto, se conoce un documento (J. de León y Mª. A. Perera: VI Jornadas de estudios de Fuerteventura y Lanzarote), fechado el 1º de abril de 1735, que dice en extracto, sobre un acuerdo tomado por algunos vecinos destacados de Tinajo”:…en nombre de los demás vecinos dijeron que nombran por patrona de este lugar a la Virgen María con el título de Los Dolores para que por su intercesión libre este lugar del volcán de que se halla amenazado”, comprometiéndose luego la gente del pueblo, si la lava se detenía, a erigirle templo en este lugar, lo que se llevó a efecto, después de algunas posposiciones, años más tarde.

Es decir, que un par de semanas antes del día 16 de abril se dirigía una corriente de lava hacia Tinajo, lo que hace bastante probable que fuera en ese día 16 cuando se detuviera, aunque no en el año 1736 sino en el 35.

Pero ya en esta época debían existir algunas casas en esta barriada, seguramente en el lugar en que se forma el agrupamiento principal de casas en la actualidad a menos de 1 Km al O de donde se halla la ermita, pues el nombre de Mancha Blanca que ostenta este caserío es herencia de otro homónimo que fue destruido por los primeros volcanes de las citadas erupciones, el cual se hallaba dividido en dos pequeños núcleos poblacionales, Mancha Blanca la Grande y Mancha Blanca Chiquita, como se les denomina en documentos de la época, los cuales debieron hallarse muy próximos el uno al otro a un par de quilómetros al S de la actual Mancha Blanca, y cuya población, según las Sinodales del obispo Dávila y Cárdenas, ascendía en conjunto a 44 vecinos, buena parte de los cuales debieron trasladarse a vivir en este nuevo emplazamiento una vez perdidas sus viviendas, como parece deducirse de la imposición del mismo nombre al nuevo poblado.

En 1776, según el Compendio brebe y famosso, tenía este nuevo asentamiento, agregando en el cómputo que tal obrita hace, a Tinguatón, 18 vecinos, y a mediados del siglo siguiente P. Madoz le asigna unas 115 almas.

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