Pregón de Mancha Blanca 1976

POR  AGUSTÍN DE LA HOZ

agustin hoz

1


Si digo imagen es para no decir imaginario. Las imágenes en la visión poética no pueden ser imaginarias sino reales y exteriores al sujeto. Tecnicolor, no; imaginación, sí.

Por ejemplo, Tinajo.

Tinajo, sin los bus de Lanzarote (Agustín Espinosa) ni es Tinajo ni nada: tal vez, únicamente eso, uno de tantos pueblos imaginarios, eternamente alejado de la orilla donde se encuentra como miñoca la mejor sustancia de su identidad.

La realidad más genuina y el sentido exterior de un pueblo pueden ser una serpiente roja, un pie ácromo y alado o una pradera de blanco fantasmagórico o de renegado negro búico: motivos más que suficientes para entendernos, pero que jamás podrán mezclarse con la alabanza pelotera ni el orgullo gratuito.

2

No voy a enseñar la plegaria del volcán y la mar, del viento y la costa, porque no puedo enseñar como orar con las mismas palabras de la naturaleza. Sólo digo esto: suficiente será con que cada corazón se arrope y acune, sin humillarse, claro, en el templo común e invisible. Y es bueno pensar así, supongo, porque al amor le basta el amor.

Mancha Blanca. Santuario. Las Angustias. Los Dolores.

Exvotos de gentes del mar y del campo: bestias y barcos. Toda una teoría para conocer el dolor de la excesiva ternura. Nada menos.

Mancha Blanca ha enfundado ya su miedo ancestral y suelta ahora los amarres del vivir, pues nada imaginario-sea o no dibujado sobre el suelo-puede impedirle que arda en su alma la esperanza. ¿Qué alborada ordenará a la calandria que no cante?

Mancha Blanca: aldea vieja sepultada con vendaje de volcán. b) Mancha Blanca: aldea nueva que no es ancla, sino mástil.

Pero vendrá la noche, cierto, y también la plena luz del día para que todos po-damos despertar y mirarnos fijamente a sí mismos. Y del santuario de Mancha Blanca-mancha fantasmal del paso búico por Guigua-saldrá una mujer que conoce la cruz y el dolor más dolorido, y que se llama María, para exponer su corazón como cáscara al sol justiciero y enseñarnos, sí, que nuestros dolores han sido escogidos, uno tras otro, por nosotros mismos.

3

Al pueblo de Tinajo hay que buscado, pues, con horas para entenderlo y vivirlo. ¡Nadie se atreva a desmitificar nada en este pueblo de fábula que encuentra en la piedra la forma de su propia alma! No, nada será capaz de colmar la copa que ardió en el horno del primer alfarero. Ni nadie, pienso, medirá de un vistazo esa columna interior, grácilmente nacida en patios luminosos: la palmera, cuyo destino es la belleza y el cielo.

Y ahí está el nombre, Tinajo, palabra de claro y rotundo sonido, que, a no dudarlo, alude a la familia goda, manchega y alfarera, en donde las clásicas y panzudas tinajas de barro eran empleadas para fermentar los mostos. Tinajo, tinaja, tinajero, alfa-rero… El Cuchillo, y allá El Mojón, caserío de alfares viejos más que antiguos. Difícil estimología, encrucijada, voz la de Tinajo, ya digo, de claro y rotundo sonido. ¿Qué lazos anudan a Tajaste ramalazo púnico y agustino-al soma de Tinajo y a éste con tina, tinaja, tinajero, alfarero, que, a contrapelo, se nos enreda en un laberinto de hipótesis? Pasear por la etimología de los pueblos tiene un encanto grande. Como lo tiene curio-sear por sus historias, mitos y leyendas. No es más cierta la tierra de Alvargonzález, pongo por caso, que la cruz de Mancha Blanca. ¿Quién pensó que la bellísima imagen de Candelaria, en Tinajo, iniciaba la presencia de Luján Pérez en Lanzarote y cuya la-boriosa realización demostraría que su discípulo, Fernando Estévez, no fue tan débil de carácter como se ha dicho y escrito? ¿Existió de verdad aquel pirata sobrenombrado Cabeza de Perro, que, acosado por la escuadra española, buscara abrigo en la inhóspita Mar del Cochino y en la arriscada querencia de Ana Viciosa? ¿Quién era Cabeza de Perro y quién Ana Viciosa? El primero se llamaba Ángel García, famoso impío nacido en Tenerife, cuya conciencia andaba enferma por aquel grito de «upa, mamá» exhalado por un niño a quien el pirata echó al mar como engodo y desperdicio. La segunda, do¬ña Ana de León Munguía, señora de Afe y Montaña Roja y gran parte de Tenezar, que, si maduró en el amor libre, entre bellos capitanes, también pudo purificarse y sangrar gozosa en las postrimerías.

Pero, ¿por qué Ana Viciosa y por qué Cabeza de Perro? Porque ambos estuvieron juntos (?) frente al sol y a la vida en tierra de Tinajo, en mar de Tinajo, abstengámonos de juzgarles, pues el hilo negro y el blanco juntos se tejen. Nada importa que el vulgo los apodara definitiva y dramáticamente, pues nadie que venga aquí desvelará, antes de la eternidad, tan agria y dulce fábula necesaria. Pero, en Tinajo, ¿dónde empieza la leyenda y termina la historia? La vigorosa vitalidad de Tinajo se arruga a veces y se concentra como un higo de leche en la azotea, y sin embargo exhala no más que últimas esencias: aromas que están ahí, que se aspirán ahí, en Tinajo.

¿Y la Marquesa de Lanzarote y doña Constanza, cobijadas en la penumbra de la cueva de Tenezar, comprendieron aquella vaharada de traición, de reniegos y blasfemias moriscas? Tal vez no entendieran más que el sordo abomazo de la caracola, ese bucio tremendo y terrible que anunciaba la entrada y la rapiña. Este es el pretérito, sí histórico y legendario, que ya no tira hacia atrás ni tampoco nada adelanta … ¡ Ni falta que hace!

Tinajo, por aún decir más se nos antoja un pueblo aparentemente «sin estilo’ ‘- tal y como el estilo se entiende -, pero su atmósfera ambiental, bizantina, casi oriental, ha dado novedosa significación a todo el ámbito insular: un escritor, Agustín Espinosa, un pintor, César Manrique; dos libros importantes: «Lancelot, 28°,7º » y «Arquitectura Inédita». El estilo ambiental de Tinajo, qué duda cabe, no necesita de más nociones académicas.

4

Tinajo es como un espíritu total-¿digo integral?-agostándose diariamente entre cenizas y escorias volcánicas, y cada cual con su cruz y esqueleto. Pero también tiene una vega de enaredados muy productiva (esfuerzo e innovación agrícolas, por efecto de simbiosis, del hombre y del camello), y además estos pagos: Tajaste, La Vegueta, Mancha Blanca, El Cuchillo y La Santa.

Tinajo es un complejo de terrados chatos, aislados, que, si muy blancos, se cierran sobre sus sombras para defender, quizás, la intimidad de sus moradores. Y molinas de fuego y molinos de viento y cúpulas bulbosas, cuya modestia no impide una evidente nobleza perdurable y autóctona. En Tinajo, blancos sobre blancos, como en la iglesia y en la pIaza, sencillas, sin barroquismos, y los patios blancos llenos de sol, y aljibes con luna dentro, y pollos encalados, muy blancos, para flores y enredaderas, y pájaros graciosos como alevines, y viento desmelenado, hinchando como un loco la neumática campana del cielo.

Tinajo es, además, una sombra alta, semoviente, la sombra del ola del cuervo, siempre enlutado e infinitamente solo, crascitando sobre el maíz o el tabaco, como alma en pena o como encanto extraño y agorero. Sin embargo, creo que no debiera conside-rarse al cuervo pajarraco de mal agüero, antes al contrario ha de tenerse como bien intencionado y muy inteligente. No sé, no sé, en Tinaja hablaron los cuervos, pero ninguno dijo su canción…

¡Oh, Tinajo pueblo multánime y ejemplar! ¡Si yo pudiera juntar tus casas en mi mano, y. como sembrador búico, diseminarlas en las praderas de esmeralda para evitar-te tanta escoria divina e incluso tanto esfuerzo bendito!

5

Mancha Blanca. Santuario. Las Angustias. Los Dolores. Exvotos de gente del mar y del campo: bestias y barcos. Toda una teoría para conocer el dolor de la excesiva ternura.

«Dios descansa en la razón» y Tinajo duerme e hilvana sueños con las memorias del pasado trágico (1730-36; 1824)’ Luego, como cada año, se acerca a la ermita aledaña de Nuestra Señora de Los Volcanes, advocación familiar también, unida tardíamente al patronazgo insular que antes sólo ostentaba San Marcial.

Pero, téngase en cuenta, y razones mandan, la Virgen de los Volcanes, Patrona de Lanzarote, tiene tradiciones y leyendas, en particular aquellas que se refieren al posible milagro suyo-¿acaso no seguimos siendo proclives a las fábulas más absurdas? -durante las infernales erupciones volcánicas. Lanzarote es la isla donde los magmas alcanzaron una descomunal amplitud y además la máxima tragedia. En Tinajo, por ejemplo, sólo se interrumpe la llanura estéril para mostrar los islotes, acaso la tierra más fértil y mejor cercada de Lanzarote.

15 de septiembre. El pueblo isleño entusiasmado y fervoroso, en romería que llega hasta la eclosión extraordinaria, demuestra a la Virgen de los Volcanes, en su Santuario de Mancha Blanca, su amor sincero. Más aún, tengo la impresión de que en alguna parte de la isla, sea Rubicón o Tabayesco, algún viejo corazón mueve su ritmo para alcanzar la caldera de Guigua, en donde el dolor no será nunca la expiación sino la necesidad: el conocimiento, ya digo, del dolor de la excesiva ternura.

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